>> El agua y el hombre

Historia

Río Nilo desde el espacio.
Foto © Nasa, Wikimedia commons

El agua ha sido siempre uno de los recursos naturales fundamentales para la vida. Una persona necesita beber unos 2 litros de agua por día y no se puede vivir más de 3 o 4 días sin beberla. Sin embargo, el agua es mucho más que una bebida para el hombre.

El siguiente relato sobre el río Nilo ilustra algunos de los innumerables usos que el hombre ha hecho y hace del agua: como medio de transporte; como promotora del desarrollo económico y social de las comunidades; como hábitat de plantas como el papiro, usado en la producción de numerosos elementos primordiales para el hombre; como fuente de nutrientes para los campos, fundamental para el desarrollo agrícola; como lugar de recreación; como productora de energía eléctrica, entre muchos otros.

Muchas ciudades fueron construidas en las costas de ríos y mares por estas razones. Por ejemplo, El Cairo, capital de Egipto, fue construido en el valle del Nilo.

El Nilo, más que un río en Egipto
‘Todo Egipto es un regalo del Nilo.’ Cita hecha hace más de 2000 años por el historiador griego Herodoto, estas palabras nos recuerdan la fascinación que el Nilo ha ejercido sobre nosotros durante mucho tiempo. El río más largo del mundo fluye a través de 10 países africanos, llevando agua y vida a millones de personas. Es un vector de vida y un modelo de sociabilidad y participación.

Antes de que los viajes aéreos permitieran un acceso internacional fácil, los ríos eran las mayores arterias de transporte, transportaban bienes y productos a las ciudades que se desarrollaban en sus riberas. El Nilo propició el comercio y estimuló el crecimiento económico, permitiendo así el desarrollo de Egipto. Las cañas de papiro que crecen en sus riberas se convirtieron en papel, cestos, barcos y sandalias. Todos los años, el Nilo se inundaba, lo que permitió a los egipcios construir canales de irrigación para transportar el agua a los campos. El limo formado por las inundaciones hizo revivir la tierra y enriqueció la producción agrícola.

Posteriormente, el Nilo, esencial para la vida cotidiana, también se convirtió en un área de cultivo, de recreo y navegación, ha estabilizado el abastecimiento de agua para todo el año.