Tierra - Desastres naturales

Cambio climático

Cada vez hay mayor consenso en admitir que el planeta está protagonizando un cambio climático. Este cambio climático se manifiesta a través de un aumento de su temperatura media, fenómeno conocido como calentamiento global. Sus causas son aún tema de debate aunque los científicos empiezan a alcanzar gran consenso en atribuir a la actividad antrópica una fuerte incidencia en el cambio climático. Sin embargo, no se descarta que, además, haya aportes de otros fenómenos naturales como, por ejemplo, el incremento de la radiación solar: se ha constatado que, en promedio, la radiación solar que recibe la Tierra desde el Sol es mayor que en el pasado. En general, puede decirse que el análisis de los registros climáticos del pasado es de suma importancia para valorar la evolución climática de corto plazo (cien años frente a un millón de años!) y estimar tiempos e impactos ambientales del calentamiento actual.

En el área latinoamericana el cambio climático a lo largo de los últimos 100 años ha incluido un aumento de la temperatura superficial, particularmente en latitudes medias y altas, así como también en las precitaciones y la intensidad de las mismas (sur de Brasil y Argentina). A su vez ha modificado, en ocasiones negativa y en otras positivamente, las condiciones ambientales.

El impacto del cambio climático sobre distintas zonas del planeta se manifiesta en el desequilibrio de factores ecológicos, económicos y sociales lo que motiva la urgencia de su estudio. En particular, en América Latina las áreas de producción agrícola que abastecen de alimentos a buena parte de la población mundial están sujetas a los vaivenes del cambio climático por su alta vulnerabilidad al mismo.

El cambio climático es, en gran medida, regulado a través de la atmósfera pues algunos de sus gases ajustan la intensidad del efecto invernadero y, con ello, el calentamiento global.

Las actividades industriales, agrícolas y ganaderas e individuales (en especial para el transporte) han modificado la composición de la atmósfera. Las actividades asociadas con el consumo de combustibles fósiles, principalmente carbón, petróleo y gas natural , la deforestación y las modificaciones en el uso del suelo modifican significativamente la composición atmosférica, pues estas actividades traen aparejadas la emisión de millones de toneladas de gases que la modifican, aumentando el efecto invernadero y reduciendo el ozono atmosférico. Además, la emisión de gases produce la contaminación del aire urbano y la lluvia ácida. La contaminación del aire urbano se produce fundamentalmente debido al transporte de pasajeros y de mercaderías que genera la actividad humana. Los vehículos (automóviles, camiones, y aviones, entre otros medios de transporte) liberan a la atmósfera óxido de nitrógeno, monóxido de carbono, dióxido de sulfuro y componentes orgánicos (vapores de gasolina y pequeñas partículas de polvo y plomo). La quema de basura también conlleva la liberación de contaminantes que deterioran la calidad del aire.


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Las mayores ciudades de la región han mostrado un crecimiento de la actividad económica y de la densidad de población lo que ha ocasionado un fuerte aumento de la contaminación atmosférica local. Ciudad de México, Santiago de Chile, San Pablo y Bogotá tienen graves problemas de contaminación del aire.

El consumo de combustibles y algunos procesos de fundición emiten gases de sulfuro y nitrógeno provocando la lluvia ácida. Este tipo de contaminación afecta las reservas de agua, la biodiversidad y las fuentes de alimentos porque muchas plantas son vulnerables a la presencia de sustancias ácidas tanto en el suelo como en la superficie.

Los científicos acuerdan que la temperatura ha aumentado entre 1,5 y 4,5 ºC durante los últimos 100 años y que al ritmo al que se siguen desarrollando las actividades humanas la temperatura seguirá en aumento. Este problema afecta al planeta en su conjunto. Se piensa que el incremento de la temperatura no será el mismo en todos lados, sería mayor en los polos y menor en los trópicos. Estas modificaciones conducirían a aumentar las precipitaciones en algunas zonas y con ello, a aumentar el caudal de los ríos, pudiendo causar inundaciones de diferentes magnitudes. En otras zonas, disminuirían las precipitaciones y podría aumentar la evaporación del agua superficial, pudiendo provocar sequías. Al aumentar la temperatura en los polos aumentaría el nivel del mar por el derretimiento de los glaciares, lo que podría provocar grandes desastres ya que muchas ciudades se ubican en las costas. Además, el calentamiento global podría provocar cambios climáticos de diferentes tipos, mayor intensidad de las tormentas tropicales, el aumento de la frecuencia y la intensidad de las olas de calor, entre los más importantes.

El Panel Integrado sobre el Cambio Climático, una institución conocida como IPCC (por su sigla en inglés), fue creado por la Organización Meteorológica Mundial y el Programa de las Naciones Unidas para el Medioambiente. Esta institución está conformada por expertos en clima de todas las naciones del mundo y durante el 2007 ha generado una serie de informes con el fin de informar a distintos actores sobre la evaluación del cambio climático a nivel global. Los informes son el resultado del consenso alcanzado sobre el estado de situación del cambio climático.

Este panel organizó tres grupos de trabajo que se abocaron a analizar diferentes perspectivas del cambio climático: sus bases físicas, la vulnerabilidad del sistema Tierra.

Presentamos aquí un breve resumen de las conclusiones del panel.

En relación con los aspectos científicos del sistema climático sus principales conclusiones fueron las siguientes:

El calentamiento del sistema climático es inequívoco, tal como evidencian las observaciones de los incrementos en las temperaturas medias del aire y los océanos, el derretimiento generalizado de hielo y nieve y, el aumento medio global del nivel del mar.

Las concentraciones globales de gases de efecto invernadero en la atmósfera han aumentado marcadamente desde 1750 como resultado de las actividades humanas debido fundamentalmente a la quema de los combustibles fósiles, al uso y cambio de uso del suelo y a la agricultura.

Se han observado numerosos cambios a largo plazo en el clima, que incluyen modificaciones en el hielo y las temperaturas del océano, cambios generalizados en la cantidad de precipitación, salinidad de los océanos, patrones de viento. Estos factores parecen causar condiciones de tiempo extremo que incluyen sequías, precipitaciones fuertes, olas de calor, e intensidad de tifones y huracanes. El calor de la última mitad del siglo pasado es inusual, al menos para los últimos 1300 años.

La mayor parte del incremento observado desde la mitad de siglo XX en las temperaturas medias se debe, muy probablemente a los aumentos observados de los gases invernadero antropogénicos.

Respecto de la vulnerabilidad de los sistemas socieconómicos y naturales muchos sistemas naturales están siendo afectados por los cambio climáticos regionales.

Debido al aumento del nivel del mar los sistemas costeros y las áreas bajas estarán expuestas a una erosión creciente y muchos millones de personas sufrirán el efecto de esas inundaciones hacia el año 2080. En especial, para Latinoamérica se anticipa que para mediados de esta centuria habrá una pérdida significativa de biodiversidad, como consecuencia del reemplazo gradual de las selvas tropicales por sabanas, y de las áreas semiáridas por zonas áridas. En las zonas más secas, el cambio climático provocará la salinización y desertificación de las tierras agrícolas.

El aumento del nivel del mar provocará inundaciones en las zonas costeras bajas, y disminución de la disponibilidad de agua potable. Además, podría ocurrir que para mediados de esta centuria, aumentará significativamente la frecuencia de eventos climáticos extremos, lo que acarreará graves consecuencias para la agricultura, la disponibilidad de recursos hídricos y energía, la calidad del aire de las ciudades, el transporte, el comercio y la salud y el hábitat humanos.

Por último respecto de lo que se puede hacer, es decir, qué acciones son posibles para mitigar los efectos del cambio climático.

Los científicos sostuvieron en su informe que hay mucha evidencia que indica que las actuales políticas de mitigación del cambio climático y las prácticas de desarrollo sustentable relacionadas con dichas políticas no alcanzan para limitar la emisión de gases invernadero, que seguirán creciendo durante las próximas décadas.

Por ello, a corto y mediano plazo (aproximadamente el año 2030) se señala con gran consenso que mucha evidencia indica que es posible realizar acciones de mitigación, aplicar un conjunto de medidas que aminoren el impacto del cambio climático contribuyendo a mejorar la capacidad de intervenir positivamente. Ello es posible porque hay un potencial económico para hacerlo.

Según esta comisión, la inversión en energía y la implementación de políticas que promuevan la creación de fuentes de energía alternativas a los combustibles fósiles, pueden lograr la reducción de emisiones de gases invernadero. Se podría neutralizar su crecimiento e, incluso, reducirlo por debajo de los niveles actuales. Además, se lograría mejorar la calidad del aire en el corto plazo, un beneficio para la salud de la población. Los beneficios adicionales incluyen la mejora en las balanzas comerciales, la provisión de servicios modernos de energía para las áreas rurales y empleo.

Las actividades de forestación pueden reducir considerablemente las emisiones de dióxido de carbono con bajos costos y pueden planificarse para adaptarse al cambio climático y producir un desarrollo sustentable.

Si bien los desechos domésticos contribuyen con menos del 5% a las emisiones globales de gases de efecto invernadero, la minimización de desperdicios y el reciclado brindan importantes beneficios indirectos para la mitigación, debido al ahorro de energía y materiales.

Los gobiernos disponen de una gran variedad de políticas e instrumentos para modificar la contribución antropogénica al cambio climático. Por ejemplo, crear incentivos para productores y consumidores para que se invierta en productos, tecnologías y procesos de baja producción de gases de efecto invernadero. El apoyo gubernamental, a través de contribuciones financieras, créditos impositivos y creación de mercados es importante para el desarrollo de tecnología e innovación efectiva.

Las conclusiones promueven los acuerdos que son útiles para el medio ambiente, eficaces en cuanto a costos institucionalmente factibles y que consideran cuestiones de distribución y equidad.

Más información en los siguientes sitios:
Facultad de ciencias exactas y naturales, Univerdsidad de Buenos Aires
Intergovernmental Panel on Climate Change, UNEP
Programa de las Naciones Unidas para medio ambiente, PNUMA.
Cambio climático global
Cambio climático
Animación del aumento de la temperatura en el mundo hasta el año 2100
BBC, cambio climático global

   
Ampliación de información:
Efecto invernadero
El ciclo del carbono
Posibilidades de limitar los gases de efecto invernadero y mitigar los efectos del cambio climático
La vulnerabilidad de los sistemas socieconómicos y naturales
Los aspectos científicos del sistema climático
Lluvia ácida
Agujero de ozono
   
Más información en este CD:
La evolución del clima a lo largo de la historia del planeta
Continentes, océanos y atmósfera: origen y evolución conjunta
Los recursos energéticos
Prevención y mitigación
¿De qué hablamos cuando nos referimos a los desastres?
Ciclones tropicales
Sequías y desertificación
Inundaciones
El petróleo y el ambiente