Para saber más: La vulnerabilidad de los seres humanos frente a los desastres

La vulnerabilidad indica el nivel al cual una persona puede verse afectada cuando está sometida a un riesgo, a la amenaza de ocurrencia de un desastre. La amenaza recae sobre los habitantes de una comunidad, su contexto social, es decir, sus propiedades, actividad económica, infraestructura física y ambiental, servicios públicos, estado sanitario, etc.

La vulnerabilidad de una comunidad se relaciona con la capacidad (o la falta de ella!) para absorber los efectos de un cambio en su medioambiente a través del autoajuste o de la capacidad de adaptarse a dicho cambio.

La vulnerabilidad física o de localización se refiere a la localización de grandes poblaciones en zonas de alto riesgo físico. La decisión de ocupar estas áreas de alto riesgo se relaciona con los niveles de pobreza y por la falta de opciones para una ubicación menos riesgosa. En otros casos, el asentamiento de poblaciones ha sido incitado por la alta productividad, particularmente para fines agrícolas, de un gran número de estas zonas como los faldeos de áreas volcánicas, las planicies de inundación de los ríos, entre otras.

La vulnerabilidad económica se relaciona fuertemente con la economía nacional, con su dependencia económica internacional y, también, a los presupuestos públicos nacionales, regionales y locales, la diversificación de la base económica, etc. Además existe una relación inversa entre ingresos per cápita a nivel nacional, regional, local o poblacional y el impacto de los fenómenos físicos extremos. Podemos concluir, entonces, que la pobreza aumenta el riesgo de desastre.

La vulnerabilidad social está relacionada con el grado de organización de las comunidades de prevenir, mitigar o responder a situaciones de desastre.

La vulnerabilidad política se relaciona con el grado de centralización en la toma de decisiones y en la organización gubernamental. También en la autonomía en la toma de decisiones de los niveles de gobierno tanto regionales, como locales y comunitarios.

La vulnerabilidad técnica se relaciona con técnicas de construcción de edificios e infraestructura básica utilizadas en zonas de riesgo frente a un determinado fenómeno natural.

La vulnerabilidad ideológica hace referencia a la forma en que las personas concebimos el mundo que habitamos, nuestro medio ambiente, con el que interactuamos instante a instante. La pasividad, el fatalismo, los mitos, entre otros factores ideológicos, aumentan la vulnerabilidad de las poblaciones a la ocurrencia de desastres. La percepción y el conocimiento que tengamos de la naturaleza y de nuestra intervención en ella prefiguran nuestro accionar frente a los riesgos naturales.

La vulnerabilidad cultural está relacionada con la forma en que los individuos se ven a sí mismos en el entramado social, como parte de un conjunto nacional. Y, también, con los medios de comunicación, que juegan un rol fundamental en la consolidación de imágenes en la población (muchas veces estereotipadas) y, en la selección y transmisión de la información (muchas veces distorsionadas) sobre el medioambiente y los desastres tanto potenciales como reales.

La vulnerabilidad educativa se relaciona con la ausencia de los elementos que enseñen adecuadamente a la población sobre el medio ambiente, el entorno que habitan los pobladores, a su equilibrio o desequilibrio, etc. Además, al grado de preparación que posee la población frente a los casos de amenazas u ocurrencia de situaciones de desastre y sobre modos adecuados de comportamiento a nivel individual, familiar y comunitario.

La vulnerabilidad ecológica tiene que ver con los modelos de desarrollo económico que se adopten. Muchos modelos de desarrollo se basan en la depredación de las reservas ambientales en vez de tender hacia una convivencia armoniosa con el medio ambiente. Como consecuencia de estos modelos de desarrollo basados en la depredación de un recurso los ecosistemas pasan a ser altamente vulnerables e incapaces de auto-ajustarse internamente de forma de poder compensar los efectos directos o indirectos de la acción humana. Como consecuencia de estos modelos económicos, los ambientes naturales se convierten en altamente riesgosos para las comunidades que los explotan o habitan.

La vulnerabilidad institucional es la que se relaciona con la capacidad de respuesta de las instituciones frente a las amenazas. Tiene que ver con la rigidez de las instituciones y con su falta de actualización. Especialmente, las instituciones jurídicas son muy burocráticas y están atravesadas por las decisiones políticas. Influyen, además, las actitudes de quienes se encuentren en los niveles de decisión.