Tierra - Desastres naturales

Ciclones tropicales


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Los ciclones tropicales son sistemas climáticos que se caracterizan por la presencia de tormentas y vientos muy fuertes, que giran alrededor de un centro de baja presión. Su velocidad excede los 60Km/h. Los ciclones tropicales son fenómenos cíclicos que se inician en forma rápida y son, además, muy destructivos. Entre 80 y 100 ciclones tropicales ocurren cada año en el mundo, principalmente en el área del Caribe, el sur y sudeste asiático, el noroeste del Pacífico y el Mar del Sur de China.

En la región de Asia del Sur la temporada se divide en dos períodos, de abril a principios de junio, y de octubre a principios de diciembre. En el Caribe y los Estados Unidos las tormentas tropicales y huracanes alcanzan su mayor intensidad entre mediados y fines del verano. En el noroeste del Pacífico y el Mar del Sur de China los tifones son más frecuentes en los meses de julio a noviembre, aunque se sabe de ocurrencias en cada mes del año. En el hemisferio sur la temporada de ciclones se extiende de noviembre a abril/mayo, aunque ocasionalmente los ciclones ocurren en otros meses en latitudes bajas.

Dependiendo de su trayectoria pueden durar menos de 24 horas o extenderse hasta más de tres semanas. La duración promedio de un ciclón es de alrededor de seis días. Los ciclones tropicales se caracterizan por la presencia de vientos destructivos, mareas de tempestad y niveles excepcionales de lluvia que pueden causar inundaciones.

Cuando se acerca un ciclón a la costa se produce una marea de tempestad, es decir, un aumento significativo del nivel del mar, superior a la marea normal. Dependiendo de la fuerza del ciclón pueden levantarse olas de hasta 8 metros de altura.

En los últimos años ha aumentado la ocurrencia de inundaciones repentinas y el desbordamiento catastrófico de ríos atribuibles a ciclones debido a la caída de precipitaciones altas sobre faldeos severamente desforestadas. Los derrumbes y los ríos pequeños bloqueados con troncos flotantes y escombros han inundado rápidamente pueblos y planicies habitadas, causando muchas muertes.

En la actualidad, y gracias al monitoreo por medio de satélites, se puede conocer la localización e intensidad de los ciclones. Pero dado su comportamiento errático, en cuanto a las rutas que siguen, suele ser difícil pronosticar cuando y donde, si es que lo hace, el ciclón tocará tierra, y en especial si se trata de islas.

Los asentamientos humanos ubicados en áreas costeras expuestas de baja elevación serán vulnerables ante los efectos directos del ciclón, tales como el viento, la lluvia, y las mareas de tempestad. Tal fue el caso del ciclón tropical Sidr que arrasó Bangladesh en 2007.

En áreas con mayores pendientes, los asentamientos humanos estarán expuestos a deslizamientos debido a pesadas lluvias. Las tasas de mortalidad serán más altas donde los sistemas de comunicación son escasos y los sistemas de advertencia son inadecuados. La calidad de las estructuras determinará su resistencia a los efectos del ciclón. Los elementos de infraestructura que corren más riesgo son los postes de teléfono y telégrafo, los botes pesqueros y otras industrias marinas.

Para saber más:
El ciclón tropical Sidr